Un nuevo descubrimiento arqueológico ha sorprendido a la comunidad científica, después de que arqueólogos identificaran en pinturas rupestres barcos molucos que podrían haber visitado Australia desde Indonesia.
Las pinturas rupestres, encontradas en la cueva de Ubirr en el Parque Nacional Kakadu, en el norte de Australia, muestran figuras humanas acompañadas de embarcaciones de estilo moluco, utilizadas por los pueblos de Indonesia en la antigüedad. Estos barcos están caracterizados por tener una proa y una popa elevadas, así como una vela triangular.
Según los investigadores, estas pinturas rupestres podrían representar la presencia de marineros procedentes de las islas de Molucas en Australia hace miles de años. La hipótesis se basa en que las islas de Molucas, situadas al norte de Australia, eran un importante centro de comercio marítimo en la antigüedad, y es probable que hayan establecido contactos con las comunidades aborígenes australianas.
El descubrimiento de estas pinturas rupestres sugiere que las conexiones marítimas entre Indonesia y Australia podrían ser mucho más antiguas de lo que se creía anteriormente. Esto desafía la teoría convencional de que la navegación entre los dos continentes se desarrolló solo en tiempos coloniales, y plantea la posibilidad de intercambios culturales y comerciales mucho más tempranos.
Además, este hallazgo plantea nuevas preguntas y desafíos para la arqueología, como la necesidad de investigar más a fondo la presencia de embarcaciones molucas en Australia y la posible influencia de estas culturas en las comunidades aborígenes. También destaca la importancia de proteger y preservar las pinturas rupestres, ya que son una fuente invaluable de información sobre la historia y la cultura de las poblaciones antiguas.
En resumen, el descubrimiento de barcos molucos en pinturas rupestres en Australia es un hito significativo en la investigación arqueológica, que abre nuevas puertas para comprender las complejas interacciones entre las diferentes culturas en la región. Este hallazgo demuestra una vez más la importancia de investigar y preservar el patrimonio arqueológico para poder reconstruir y comprender nuestro pasado de manera más completa.