Johannes Gumpp es un pintor alemán del siglo XVII que ha pasado a la historia del arte por una razón muy peculiar: su única obra conocida es un misterioso triple autorretrato. Este enigmático cuadro ha desconcertado a expertos y admiradores durante siglos, debido a su peculiaridad y a las múltiples interpretaciones que se le han dado.
El triple autorretrato de Johannes Gumpp muestra al artista en tres poses diferentes, colocadas una al lado de la otra. En la primera imagen, Gumpp aparece mirando directamente al espectador, con una expresión serena y penetrante. En la segunda, se lo ve de perfil, con una mirada fija en el horizonte. Y en la tercera, se muestra de espaldas al espectador, contemplando un paisaje en la lejanía.
Esta combinación de poses y perspectivas ha generado numerosas teorías y especulaciones sobre el significado del cuadro. Algunos creen que representa las diferentes facetas de la personalidad del artista, mientras que otros ven en él una reflexión sobre la fugacidad del tiempo o incluso una alusión a la trinidad cristiana.
Lo más sorprendente de esta obra es que, a pesar de su singularidad, no se conocen otros trabajos de Gumpp. No se sabe si abandonó la pintura después de crear este cuadro o si simplemente no ha sobrevivido ninguna otra obra suya. Esta incógnita ha contribuido a aumentar el misterio que rodea al triple autorretrato y ha llevado a que se convierta en una pieza de culto para los amantes del arte.
A pesar de las numerosas interpretaciones y conjeturas, el enigma del triple autorretrato de Johannes Gumpp sigue sin resolverse. Quizás nunca sepamos la verdadera intención del artista al crear esta obra tan enigmática, pero lo que es seguro es que ha dejado una marca imborrable en la historia del arte. Ya sea como un ejercicio de introspección, una reflexión sobre la identidad o simplemente como una manifestación de genio creativo, el cuadro de Gumpp sigue fascinando y desconcertando a todos aquellos que lo contemplan.