La columna de Constantino es el único monumento que queda en pie de la fundación de Constantinopla, la antigua ciudad que hoy en día es conocida como Estambul. Esta imponente columna se encuentra en el hipódromo de la ciudad y es un símbolo del poder y la grandeza del emperador Constantino.
La historia de la columna se remonta al siglo IV, cuando Constantino el Grande decidió fundar una nueva capital para el Imperio Romano en el lugar donde se encontraba la ciudad de Bizancio. Constantinopla se convirtió rápidamente en uno de los centros culturales, políticos y comerciales más importantes de la época, y la columna de Constantino se erigió como un monumento para conmemorar la fundación de la ciudad.
La columna mide aproximadamente 35 metros de altura y está coronada por una estatua de bronce del emperador Constantino. Originalmente, la estatua de Constantino estaba rodeada por una serie de columnas de mármol que formaban un pórtico, pero estas fueron destruidas durante saqueos y guerras a lo largo de los siglos.
A lo largo de los años, la columna de Constantino ha sido testigo de numerosos eventos históricos, desde coronaciones de emperadores hasta revueltas populares. A pesar de los daños sufridos por el paso del tiempo y los eventos tumultuosos que han sacudido la ciudad, la columna se mantiene en pie como un recordatorio de la grandeza de la antigua Constantinopla.
Hoy en día, la columna de Constantino es uno de los principales atractivos turísticos de Estambul y recibe visitantes de todo el mundo que desean conocer más sobre la historia de la ciudad. A pesar de que el resto de los monumentos de la fundación de Constantinopla han desaparecido, la columna de Constantino sigue en pie como un testimonio de la importancia y el legado de la antigua capital del Imperio Romano de Oriente.
